TE DOY MIS OJOS
Dirigida por Icíar Bollaín y protagonizada por Laia Marull y Luis Tosar (2003)
COMENTARIO: ORALIA MELÉNDEZ
Esta película permite sentir el miedo que los hombres experimentan cuando sus mujeres acceden a un ámbito de desarrollo personal y se preparan para la vida. El éxito que ellas puedan tener por sí mismas motiva en los hombres unos celos terribles; se resisten al cambio de dinámica, no quieren que sus mujeres se arreglen, no desean que presten atención o amor a otra cosa que no sean ellos. Desean controlarlas en todo y, lo más terrible, sienten que las perderán, porque su trabajo les hará conocer a hombres mejores, o que les podrá abrir puertas por donde ellas escapen hacia una vida mejor. El miedo, la espantosa angustia de perder a sus mujeres y la inseguridad en sí mismos aumenta en los hombres conforme ellas avanzan en su crecimiento personal; eso los convierte en seres agresivos y, cuando pelean por detenerlas a través de la violencia, finalmente consiguen lo que tanto temían: el fracaso. Se quedan solos, porque ellas aprenden a tenerles miedo, y, en vez de amarlos, detestan la violencia que significa su presencia, pero, ¿por cuánto tiempo? ¿Cuántas veces serán capaces de regresar con ellos? ¿Lograrán, finalmente, deshacerse de la presión social o decidirse a perder al hombre que tanto han amado? ¿Cuántas de ellas lograrán salir del círculo de la violencia? Y, lo más importante, ¿cuántos de ellos lograrán vencer su miedo para aprender a valorarse a sí mismos y aprender a amar a sus mujeres a través del apoyo y la comprensión que ellas necesitan? Los hombres están en ese camino, el de asumir que solamente se ama respetando la libertad del ser amado; el de entender y aceptar que hablar en pareja y llegar a acuerdos les permitirá conversar sanamente, fomentar el amor entre ambos y tomar, entre los dos, las decisiones que sean precisas para el bienestar común y el de sus hijos.
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